Adios, Mario. Me despido de ti, poeta del amor y del exilio, con algunos de tantos versos que en un principio, rompieron más de una vez este corazón ingenuo. Caballero de sonrisa bonachona, dejas huérfana la poesía, aunque cargada de tu esperanza.
CORAZÓN CORAZA
Porque te tengo y no
porque te pienso 
porque la noche está de ojos abiertos 
porque la noche pasa y digo amor 
porque has venido a recoger tu imagen 
y eres mejor que todas tus imágenes 
porque eres linda desde el pie hasta el alma 
porque eres buena desde el alma a mí 
porque te escondes dulce en el orgullo 
pequeña y dulce 
corazón coraza 
porque eres mía
porque no eres mía 
porque te miro y muero 
y peor que muero 
si no te miro amor 
si no te miro 
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero 
porque tu boca es sangre 
y tienes frío 
tengo que amarte amor 
tengo que amarte 
aunque esta herida duela como dos 
aunque te busque y no te encuentre 
y aunque 
la noche pase y yo te tenga 
y no.